El proceso de diseño de interiorismo
Durante nuestros años de experiencia en el campo de diseño de interiores, hemos basado nuestro concepto en interiorismo en la identificación de una idea que inspire el proyecto, a partir de la cual se desarrollará todo un conjunto que sea fiel a la misma.
Para ello, para nosotros es crucial considerar quién o quiénes ocuparán el espacio y con qué elementos se identifican, y utilizar la información recabada como una guía que nos servirá para llevar a cabo la composición. Esta idea puede manifestarse de diferentes formas, ya sea una forma, un color, una película, una obra de arte o incluso la presencia del entorno exterior en el interior, pero siempre encontramos un hilo conductor que, de manera sutil, conecta todos los elementos.
Alrededor de este concepto de interiorismo girará todo lo demás. Podría ser la ligereza y geometría del origami, el exotismo natural de la cultura africana o la vanguardia de principios del siglo pasado. En nuestra búsqueda, lo realmente importante es que todo tenga sentido y que trasmita sensaciones que estén en sintonía con la esencia del proyecto en el que estamos trabajando.
En el proceso de diseño de interiorismo, cada etapa está guiada por la propia esencia del proyecto. Desde el concepto inicial hasta la selección de mobiliario y materiales, dejamos que sea el propio proyecto el que nos dirija a la hora de tomar decisiones, asegurándonos así de que cada detalle contribuya a la experiencia general del espacio.
En resumen, a la hora de realizar un trabajo, nos enfocamos en mantenernos fieles a la idea inicial del proyecto, de manera que creamos espacios que sean atractivos estéticamente y que también reflejen la personalidad de quiénes los habitan. Este método nos permite la creación de espacios únicos, en los que sus habitantes se puedan sentir identificados y cómodos.